El queso es un producto muy versátil que podemos incorporar a múltiples recetas, aunque también podemos comerlo en solitario. Esto lo convierte en uno de los alimentos que debemos tener siempre o casi siempre en nuestra nevera, ya que puede salvarnos de más de un imprevisto.
Pero si eres de los que te gusta cocinar, quizás hayas pensado más de una vez en realizar tu propio queso en casa. Y es que, aunque pueda parecer una tarea compleja, lo cierto es que existen recetas muy sencillas que nos enseñan cómo hacer queso en casa.
Esto es precisamente lo que vamos a explicarte hoy, así que si quieres saber como elaborar queso en casa toma nota porque te lo contamos a continuación.
Cómo hacer quesos caseros: recetas
Cocinar nuestros propios alimentos suele ser algo que produce mucho placer y es que no hay una sensación más satisfactoria que la de hacer algo con nuestras propias manos. Por eso hoy queremos enseñarte como hacer un buen queso casero.
De esta forma conseguirás un producto más sano, con muchas ventajas para tu salud y además podrás ahorrar en la cesta de la compra. Algo sumamente importante teniendo en cuenta la subida de precios que están experimentando los productos a día de hoy.
Toma nota porque te vamos a explicar la receta de queso blanco casero para que puedas hacerlo siempre que quieras.
Ingredientes para la elaboración del queso
Lo primero que debemos tener en cuenta son los ingredientes que necesitamos para llevar a cabo esta receta de queso fresco en casa. Vas a ver que son muy sencillos y puedes encontrarlos en cualquier supermercado.
Apunta esto en tu lista de la compra:
- Leche fresca. La mejor opción es elegir una leche fresca o lo menos tratada posible porque es la mejor manera de que el queso quede con la consistencia que debe quedar. Por eso debes huir de la UHT o ultrapasteurizada al igual que de las desnatadas o semidesnatadas.
- Limón o vinagre (aproximadamente media taza). Este ingrediente nos va a ayudar a cuajar la leche para que nuestro queso tenga una consistencia cremosa.
- Yogur natural o crema agria (unos 80 gramos). Este paso es opcional, por lo que no te preocupes si no tienes este producto. Eso sí, si lo incluyes en la receta puede ayudarte a darle mayor consistencia a tu queso.
- Sal (una cucharada pequeña). Recuerda probar el producto para ajustar la sal que quieres añadir al mismo por si tuvieras que hacer alguna rectificación.
Ahora que ya sabes lo que debes comprar, te contamos el proceso para hacer queso casero y, como vas a ver, es muy sencillo.
1. Prepara la leche para el queso fresco
El primer paso consiste en preparar la leche con la que posteriormente vamos a elaborar nuestra pieza de queso fresco casero.
Para ello, lo único que debemos hacer es colocar la leche en una olla de acero inoxidable lo suficientemente grande como para poder preparar la mezcla. La calidad de la leche es algo muy importante, ya que si utilizamos leche vegetal o UHT la receta no saldrá como debería, por lo que te aconsejamos invertir dinero en buscar leche fresca para que el resultado sea óptimo.
Cuando ya tengamos la leche dentro de la olla, pondremos la misma a calentar a fuego medio. En el momento en el que veamos que está caliente, tendremos que sacar una taza de leche de la olla y añadirle la crema agria o el yogur y reservar. En caso de que no quieras añadirle este producto podrás saltártelo.
Dejaremos que la leche continúe calentándose hasta que comience a salir humo y aparezcan las primeras burbujas. Esto se produce justo antes de que la leche empiece a hervir, por lo que deberás estar pendiente de la misma.
En este preciso momento es cuando tendremos que agregar la leche que hemos mezclado previamente y también el zumo de limón o el vinagre que queramos utilizar para cuajar el queso. Remueve bien y vas a observar como la leche se separa formando la cuajada y dejando un líquido amarillento que es el suero que tendremos que retirar en el siguiente paso.
2. Elimina el suero del queso
El siguiente paso va a consistir en quitar la olla del fuego y separar la cuajada del líquido con la ayuda de un colador.
Además, es importante que dejemos que el producto se drene bien para que así se elimine la mayor parte posible de suero. Para ello te aconsejamos que coloques la cuajada en un colador forrado con un lienzo limpio de forma que pueda soltar el exceso de líquido.
3. Prensa la cuajada para darle consistencia
Cuando hayamos eliminado el exceso de suero, colocaremos la cuajada en un bol, le agregaremos la sal y comenzaremos a mezclar todo bien. Puedes hacerlo tanto con una mano como con ayuda de un tenedor, como tú prefieras.
Además, si quieres darle un toque distinto a tu queso con especias, este es el momento de agregar los ingredientes a la mezcla de queso fresco. Puedes ir probando distintas opciones para ver cuál es la que más te convence.
Ya solamente nos queda conseguir la textura que más nos guste. Tienes dos opciones:
- Consistencia grumosa. Si lo trabajas menos podrás dejar una consistencia con grumos similar a la que tiene el queso ricotta.
- Pieza firme. Sin embargo, si lo que quieres es que el producto final tenga una consistencia más dura y elaborada, te recomendamos que lo prenses. Para ello coloca el producto encima de un lienzo limpio y prensa el queso ejerciendo presión sobre el mismo. Cuanto más tiempo lo prenses y más líquido se elimine, más forma y consistencia tendrá el producto final que consigas.
4. Envuelve el producto para que no se estropee
Después del prensado solamente te queda envolver el queso en film transparente y dejarlo en la nevera durante un periodo de 24 horas antes de consumirlo. Es crucial que lo refrigeres bien porque el queso fresco es un alimento muy delicado y debemos conservarlo correctamente, de lo contrario podría estropearse.
En resumen, el proceso de elaboración del queso puede ser complejo, pero también existen alternativas muy sencillas que podemos llevar a cabo en nuestra propia cocina y que nos ayudarán a disfrutar de un buen queso casero.
No obstante, si más que cocinar prefieres disfrutar, también puedes encontrar una amplia variedad en nuestra tienda de quesos.