El jamón serrano es un alimento con gran valor dentro de nuestra cultura gastronómica pero, en ocasiones, comprar una pata de jamón puede ser una auténtica ruleta rusa si no tienes un buen servicio o persona que entienda detrás, es importante acudir a fabricantes que conocen su producto y saben darte la mejor pieza que tienen en ese momento.
¿Tendrá buen sabor? ¿Estará crudo? Estas son algunas de las preguntas que pasan por nuestra cabeza cuando tenemos que elegir un producto de este tipo, y las que hacen que muchas veces no nos decidamos a comprarlo.
No obstante, debes saber que si has comprado un jamón y está crudo, existen maneras de solucionarlo. Si quieres saber cuáles son, continúa leyendo porque te lo vamos a explicar a continuación.
¿Cómo saber si el jamón serrano está crudo o no?
Elegir una pata de jamón, llevártela a casa y comprobar que está cruda es algo que nos ha pasado a todos al menos una vez en la vida. Es un fastidio, lo sabemos, pero hay maneras de arreglarlo y te las vamos a contar.
No obstante, primero debemos saber con certeza si el producto está crudo o no. Para ello, debemos saber que, dentro del proceso de elaboración del jamón, la curación del cerdo es uno de los aspectos más importantes si queremos conseguir que el alimento final tenga calidad. Pero no solamente esto, también nos ayuda a proteger el jamón ante posibles bacterias que pueden surgir derivadas de un mal proceso de curación.
No obstante, en ocasiones este proceso falla y hace que el jamón serrano esté más tierno de lo que debería, lo que comúnmente conocemos como «crudo».
Esto se puede detectar de manera previa a la compra del jamón para así evitarlo. ¿Cómo? Con el tacto. Cuando nosotros tocamos un jamón que no está completamente curado, nos encontramos con una textura que es mucho más blanda y menos firme que la que debería tener este tipo de producto.
Mientras que, si nos encontramos con un producto muy duro al tacto, se va a tratar con gran probabilidad de un producto muy seco. Lo ideal es, por tanto, alcanzar un punto intermedio en el cual la resistencia sea la adecuada, ya que esto nos va a garantizar que el alimento se encuentre en su punto idóneo.
Este sencillo gesto puede ayudarte a evitar comprar un jamón que tengas que secar posteriormente. Pero, si ya lo has comprado, te explicamos cómo puedes secarlo en tu propia casa y de una manera bastante sencilla.
Como secar un jamón poco curado en casa
Cuando nos encontramos con un jamón poco curado en cada una de las primeras tentaciones suele ser tirar el producto a la basura porque pensamos que es inservible. Pero lo cierto es que vas a ver que no es tan complicado recuperarlo.
No obstante, debemos ser conscientes desde un primer momento de que el resultado final no va a ser igual al que nos hubiéramos encontrado en caso de adquirir un jamón bien curado desde el inicio. Si bien es cierto que puede ayudarnos a salir del apuro.
Te dejamos el paso a paso para secar un jamón en casa:
- Elimina la sangre. Lo primero que debes hacer es ayudarte de un paño de algodón para hacer presión de manera suave con los dedos encima de las venas. Esto te ayudará a quitar el exceso de sangre que pueda haber en el mismo.
- Frota con sal gruesa. Lo segundo que debes hacer es frotar con sal gorda todo el jamón con especial cuidado de no estropear la carne.
- Déjalo reposar. Ahora que ya has salado por primera vez el producto, llega el momento de dejarlo reposar durante unas 72 horas aproximadamente. Lo ideal es que lo tapes con un paño y lo mantengas a una temperatura aproximada de entre 12 y 15°C.
- Repite el proceso de eliminar la sangre. Después del periodo de reposo deberás limpiar de nuevo la pata o la paletilla para quitar los posibles restos de sangre de la misma.
- Entiérralo en sal.
- Deja que seque. El último paso va a consistir en quitar el exceso de sal que tendrá el jamón después de haber estado enterrado y dejarlo secar en un sitio fresco por un periodo que puede estar entre los 6 y los 10 meses.
Consejos para que tu jamón madure correctamente
Como ves, el proceso de curado del jamón es relativamente sencillo, si bien es cierto que requiere de tiempo, por lo que vas a tener que armarte de paciencia.
Además, te dejamos una serie de consejos extra para que obtengas el mejor producto posible:
- Cuida la temperatura. Puede parecer que tiene poca importancia, pero lo cierto es que, para que el proceso sé de correctamente, es necesario cuidar especialmente la temperatura a la cual se cura el jamón. Por eso te recomendamos dejarlo en una despensa o en algún lugar que sea fresco y seco.
- Aléjalo de la luz. Además de elegir un lugar con la temperatura adecuada, también es importante que se trate de una zona en la que no incide en exceso la luz del sol porque, de lo contrario, también podría estropear el sabor del mismo.
- Cuelga el jamón por la pezuña. Colocar la pata o paletilla de esta forma también favorece el buen secado de la misma, por lo que te recomendamos que lo hagas en caso de tener sitio para ello.
- Tápalo con un trapo de algodón para que transpire. De esta forma puedes evitar que aparezcan bichos o caiga polvo a la pieza, pero a la vez consigues que la curación se produzca de manera efectiva.
- Ten paciencia. Ya te lo hemos comentado antes, pero es importante recordarlo, este proceso requiere tiempo si finalmente queremos obtener un producto de buena calidad, por lo que es esencial que tengas paciencia.
Esperamos que este artículo te haya servido para entender un poco mejor cómo puedes saber si un jamón serrano está poco curado o no, además de conocerlo cómo curarlo en caso de que tengas una pieza que está cruda.
No obstante, si quieres comprar un producto de calidad que siempre esté en su punto, te recomendamos pasarte por nuestra tienda online de jamones.